Distribución de sodio en la corteza terrestre
El sodio es un elemento muy abundante en la Tierra y se encuentra ampliamente distribuido en diversas fuentes naturales. Es el sexto elemento más abundante en la corteza terrestre, constituyendo aproximadamente el 2.6% de su composición en peso.
El sodio elemental se encuentra principalmente en forma de cloruro de sodio (sal de mesa) en el agua del mar y en lagos salados. El cloruro de sodio se puede obtener directamente evaporando agua de mar o agua de lagos salados. El sodio también se encuentra en diversos minerales en la corteza terrestre. El mineral más común que contiene sodio es la halita (NaCl), también conocida como sal gema. También hay otros minerales que contienen carbonato de sodio (Na₂CO₃), nitrato de sodio (NaNO₃) y varios silicatos.
El sodio también se puede encontrar en el suelo, aunque su concentración puede variar según la ubicación y las condiciones geológicas. En algunas regiones, el suelo puede tener un alto contenido de sodio, lo que lleva a suelos salinos o alcalinos que pueden afectar el crecimiento de las plantas.
¿Cómo se produce el sodio?
El sodio es altamente reductivo y difícil de extraer con otros agentes reductores. En la industria, el sodio se extrae mediante la electrólisis de cloruro de sodio líquido (NaCl). El ánodo de la celda electrolítica está hecho de carbono, mientras que el cátodo está hecho de hierro. Este proceso implica la electrólisis del cloruro de sodio fundido (NaCl), que se logra calentando la sal sólida a una alta temperatura, hasta que se funde y se convierte en líquido. Esta solución de cloruro de sodio fundido ahora puede conducir electricidad, un requisito crucial para la electrólisis. Por lo general, se agrega cloruro de calcio para reducir el punto de fusión del cloruro de sodio, lo que permite que se funda a alrededor de 500°C.
Los iones de sodio se acumulan en el cátodo, donde ganan electrones para convertirse en sodio metálico. Como el sodio tiene una densidad menor que el cloruro de sodio líquido, flota en la superficie de la celda electrolítica. Los iones de cloro se acumulan en el ánodo, donde pierden electrones para convertirse en gas de cloro, que se recoge como subproducto.