El método tradicional de hemostasia consiste principalmente en colocar gasas, vendajes y bandas hemostáticas sobre la herida y presionar para detener el sangrado. Es efectivo en la mayoría de los casos, pero no funciona bien para el sangrado de órganos en cirugía y heridas de formas complejas. Desde que se informó por primera vez como un agente hemostático en la década de 1940, la esponja de gelatina se ha utilizado ampliamente en cirugía debido a su excelente desempeño hemostático.
Su diminuta estructura porosa y naturaleza hidrofílica le permiten absorber sangre hasta 40 veces su propio peso. El aumento de tamaño debido a la absorción de sangre puede comprimir los tejidos y vasos circundantes para reducir el flujo sanguíneo. Las plaquetas y la fibrina se acumularán cerca de la herida, formando un coágulo sanguíneo y deteniendo el sangrado. La esponja de gelatina generalmente se impregna con antibióticos y medicamentos coagulantes que se liberan lentamente durante el proceso de hemostasia. Esto acelera eficazmente la coagulación de la sangre cerca de la herida y la protege contra infecciones. La infección causada por bacterias es una de las principales razones por las que las heridas son difíciles de sanar.
El apósito para heridas a menudo se fabrica en forma de lámina de esponja de gelatina para la hemostasia de la piel rota: se coloca sobre la herida y se presiona con la mano para detener el sangrado. Las esponjas de gelatina también se fabrican en forma de bloques como supositorios hemostáticos. Por ejemplo, una esponja insertada en una herida absorberá rápidamente la sangre e hinchará, sellando la herida durante una extracción dental. También puede detener el sangrado visceral en cirugía. La gelatina rara vez provoca el rechazo de los tejidos circundantes, por lo que no es necesario retirarla del cuerpo. Después de un período de tiempo, se degrada en pequeños péptidos o aminoácidos que se absorben en el cuerpo. La gelatina suele tratarse con una solución de formaldehído para formar más enlaces cruzados covalentes. Esto ralentiza la descomposición de la gelatina y evita que se descomponga antes de que la herida sane.